martes, 28 de febrero de 2012

Fabriquita de nubes


Haré una cajita de madera, con foquitos y palancas, con botones y lucecitas, con mirillas para ver hacia afuera y hacia dentro, con puertitas que encierren secretos y cosas de todos conocidas. Una cajita que encierre tormentas y que al girar la manivela vomite nubes gordas, cargadas de lluvia, que se deslicen decididas rugiendo con relámpagos miniatura.

Lloviendo sobre la sala, sobre el comedor, empapando todo y dejando delicados charquitos, mientras niños felices correrán a su alrededor, haciendo barquitos, armando represas, cruzando ríos de un solo salto, bebiendo lluvia con popotes, embarcandose en aventuras infinitas cruzando mil tormentas.

Y luego tu me dirás: "Ahora has una ligera, como una pincelada, una nube larga y delicada, para usar como bufanda".

Luego de haber tejido una nube ligera y ya que haya pasado la pequeña tormenta, regare las plantas con nubes que hagan un delicado "chipi-chipi" - no es bueno regar las plantas demasiado-. Mientras tanto, el sol brillará afuera y la gente seguirá hablando del clima y sus caprichos y mi máquina de tormentas regresará por algunos días al estante en donde almaceno mis prodigios. 


Con mucho cariño para Pelush y Somnium Speculum Soliloquium 
Ahuizotl Gutiérrez, San Miguel Regla, Hidalgo, México 21/02/2012.

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